jueves, 20 de mayo de 2010

las tribus urbanas en las escuelas de nivelsuperior

La juventud construccion con otros: sociabilidad e identidad en la tribu
Ya decíamos que uno de los elementos principales de la experiencia de ser joven, en la actualidad, es sobreponerse al anonimato de las grandes urbes, dejar huella, ser reconocido en su existencia. Es decir, poder reconocerse como sujeto, tener una identidad. Sin embargo, dotarse de algo tan complejo y necesario no es, con mucho, una tarea fácil y a ello, el o la joven, dedicarán una parte importante de sus energías y de su existencia.
En este buscar y re-buscar identidades o puntos de referencia los y las jóvenes se ven sometidos a tensiones y contradicciones que los sitúan, en algunos casos, en puntos críticos de su construcción de identidad. La diferencia o abismo que existe entre sus aspiraciones y sus posibilidades. Como bien lo resume Machado:
Es posible que algunos jóvenes, ante esta tensión entre experiencia y expectativas, adopten también posturas defensivas y traten de prolongar el «campo de experiencia», es decir, la vida de cada día (Machado, 2000).
Campo que, por lo demás, podemos definir como de «experticia» para cada uno de los involucrados, puesto que en él construyen sus saberes y estrategias cotidianas para mejorar su calidad de vida, de acuerdo a sus propios parámetros de convivencia y estatus, los que casi siempre no coinciden con los de la sociedad adulta.
Vemos entonces, cómo él o la joven, en este proceso que hemos descrito, de búsqueda y de afirmación de su propio yo, abandona su familia, el grupo inicial de referencia, por otro que está fuera de su hogar, que se constituye a partir de otros que como él o ella, se encuentran en la intemperie, a la caza de elementos y rostros que les dé una identidad, es decir, una seguridad mínima sobre la cual armar su propia visión de los que son y lo que desean ser.
En este movimiento de búsqueda individual, interior, tan irremediablemente necesario, el joven busca a otros, de ahí que la conformación de la identidad, al menos en un primer momento se haga en referencia a los otros. Es decir, que la identidad personal, paradojalmente, se edifica a partir de conocer y reconocerse en otros. Es lo que Machado define como las «revueltas de la vida»: «donde se exalta la sociabilidad juvenil y las culturas juveniles». Y en este punto adquiere fuerza el grupo de pares o el de referencia, los que en la actualidad, están fuertemente dominados por la presencia y la estética de la tribu urbana, que constituye la versión más contemporánea de socialización grupal. Es, en palabras de Aguirre y otra, un modo de vivir junto a otros en la seguridad que da un modo particular de cultura simbólica.
El pertenecer a una determinada tribu le permitirá pensar de una manera, vestir de una forma determinada, y actuar según el resto del grupo. El yo individual se sustituye por un yo colectivo: nosotros somos, nosotros pensamos, nosotros hacemos. Así la adolescente busca fuera en el grupo lo que no puede configurar interiormente, y una vez instalado psicológicamente en la grupalidad se sentirá seguro. Esta identidad tribal se organizará en torno a unas coordenadas de espacio y de tiempo, dentro de las cuales los miembros del grupo manifiestan y desarrollan una cultura propia y diferencial: lenguaje, símbolos, rituales y ceremonias (Aguirre y Rodríguez, 1996).
Y es precisamente en este anclaje particular, en símbolos estéticos, donde se configura la idea de tribu urbana. Este concepto de tribu presenta algunas características, que es posible identificar en toda lógica tribal, sean tribus de Madrid, Barcelona, Londres, Bruselas, Buenos Aires o Valparaíso. Y sean cual sean sus lógicas estéticas: punks; trashers, darks, hippies, raperos, skins, rastas. En todas ellas encontramos la afirmación del yo, que se hace en y con el grupo de referencia. Aparece, también, la idea de la defensa de valores (propios del grupo), y un territorio exclusivo, que le pertenece a éste (barrios exclusivos, un bar determinado, una esquina cualquiera, un estadio). Y finalmente, el establecimiento de recorridos activos por la ciudad y sus suburbios, en busca de amigos o enemigos a quienes saludar o atacar.
En este último punto, es posible distinguir cierto grado de violencia física y simbólica, que va a depender de la tribu de la que se forme parte. Para el caso europeo, principalmente, la violencia desatada entre tribus urbanas pertenecientes al modelo skin, es quizás la más temida, especialmente por su alto componente racista y de ideales neofascistas, que le hacen tener por blanco predilecto de sus ataques a inmigrantes tercermundistas. En este marco, en que parece moverse la reflexión sobre las tribus, queda claro que en ellas, los y las jóvenes pueden encontrar respuestas provisorias a sus necesidades existenciales y afectivas, por lo que son, en cierto modo, necesarias para alcanzar una mejor inserción funcional en la sociedad. En este punto de la reflexión, considero importante hacer referencia, a uno de los párrafos, tal vez el menos explicado, del texto de Machado, cuando hace la distinción entre la corriente generacional y la corriente de clase, para interpretar el fenómeno de la juventud.
Mientras en el paradigma generacional la reproducción social se limita al análisis de las relaciones intergeneracionales, el paradigma clasista considera la reproducción social esencialmente como la reproducción de las clases sociales (y también de sexo, raza, etc.). La investigación llevada a cabo bajo la influencia de estas ideas (como las del Centro de Estudios Culturales Contempóraneos) está en contra de la representación de la juventud como una etapa de vida. Para estos pensadores, las culturas de la juventud son siempre culturas de clase, culturas de resistencia en un contexto determinado por las relaciones de clase (Machado, 2000).
Este parece ser un punto, que de acuerdo a las investigaciones e información disponible, no parecen tocar otros autores. Sin embargo, parece claro, como se desprende de algunas investigaciones más clásicas sobre el tema y, de lo que es posible observar desde la experiencia más directa, que el paso por una tribu no es algo permanente, sino temporal, aunque existen algunas tribus que tienen un comportamiento más duradero, al incorporar el componente político reivindicativo en su universo cultural y simbólico, a esta categoría, más cercana a los postulados de Machado, pertenecerían los jóvenes que adscriben al movimiento okupas, que está constituido por sujetos algo mayores para la media de las otras tribus urbanas (15 a 20 años). No obstante, las referencias a esta tribu en particular, en nuestro medio han sido escasas; baste recordar una de las apariciones protagonizadas durante al año 2000, en la cual un conjunto de okupas, realizó una recuperación de una casa abandonada en Santiago, acción que no duró más de cuatro días, hasta que fueron desalojados por las fuerzas de orden. Este tipo de acciones, al parecer, en los medios latinoamericanos no son muy frecuentes. Seguramente en ello tienen clara diferencia las tendencias represivas policiales, entre los fuerzas europeas y las latinoamericanas, estos últimos con bastante adhesión a los efectos especiales y pirotécnicos. Parafraseando a Machado, las policías tercermundistas, parecen adscribir fuertemente a la cultura escénica.
El comportamiento neotribal también tiene sus propias reglas. De ahí que, según Maffesoli, los rasgos básicos del proceso de neotribalización contemporáneo estén asociados con los siguientes tópicos.
Comunidades emocionales: que se fundamentan en la comunión de emociones intensas, a veces efímeras y sujetas a la moda. Son agrupaciones constituidas por individuos que se reúnen y visten una estética para compartir una actividad y una actitud que genera sensaciones fuertes y confiere sentido a una existencia en donde en su cotidiano hay falta de contacto y contagio emocional.
Energía subterránea: oponer energía a la pasividad e hiperreceptividad del individuo de la sociedad de masas, constituyendo una fuente fragmentada de resistencia y prácticas alternativas, una energía subterránea que pide canales de expresión. En este sentido el uso y la creación de eventos deportivos, recitales, espacios festivos, etc. Algunos de los cuales han sido convocados con una finalidad diversa, pero que es copado por la tribu o varias de ellas.

integrantes

abraham salinas diaz
marco antonio garcia martinez
jessica marlen moreno gonzales
karla fabiola villegas rivera
fuentes bibliograficas
www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718...script}

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